miércoles, 28 de octubre de 2015

3.3. Lesiones neurológicas
La Neurología estudia las enfermedades y lesiones que afectan al sistema nervioso central (cerebro, cerebelo, tronco cerebral y médula espinal) y al sistema nervioso periférico (raíces, plexos, nervios, unión neuromuscular y músculo).
Clásicamente, en nuestro país la Neurología atiende a los pacientes mayores de 16 años, ya que de los menores se encarga la Neuropediatría.
Por consenso, la Neurología no asiste a los pacientes con lesiones o enfermedades que afectan al sistema nervioso de naturaleza traumática. De ellas, se ocupa la Neurocirugía.
Las fronteras entre la Neurología y la Psiquiatría cada vez están menos definidas. Enfermedades sin causa orgánica descubierta como los trastornos del estado de ánimo (depresión, ansiedad), fobias, trastornos de personalidad o carácter, psicopatías, manía, esquizofrenia, paranoia… pertenecen al campo de la Psiquiatría.
Existen más de 600 tipos de lesiones neurológicas, algunas más frecuentes son:

-      - Enfermedades causadas por genes defectuosos, tales como la enfermedad de Huntington.
-     -  Enfermedades degenerativas, en las cuales las células nerviosas están dañadas o mueren, tales como las enfermedades de Parkinson y el mal de Alzheimer.
-       DICHAS ENFERMEDADES FUERON EXPLICADAS PREVIAMENTE EN EL PUNTO 3.1.

-       -Problemas con el desarrollo del sistema nervioso, tales como la espina bífida:
La espina bífida es un defecto del tubo neural, un tipo de defecto congénito del cerebro, la columna vertebral o de la médula espinal. Ocurre si la columna vertebral del feto no se cierra completamente durante el primer mes de embarazo. Esto puede dañar los nervios y la médula espinal. Pruebas de detección durante el embarazo pueden diagnosticar espina bífida. A veces se descubre sólo después del nacimiento del bebé.
Los síntomas de la espina bífida varían de persona a persona. La mayoría de las personas con espina bífida poseen una inteligencia normal. Otras necesitan dispositivos de asistencia, como aparatos ortopédicos, muletas o sillas de ruedas. También pueden presentar dificultades de aprendizaje, problemas urinarios e intestinales o hidrocefalia, una acumulación de líquido en el cerebro.
Se desconoce la causa exacta de la espina bífida, aunque parece presentarse en familias. Tomar ácido fólico puede reducir el riesgo de tener un bebé con espina bífida, y éste se encuentra en la mayoría de los suplementos multivitamínicos. Las mujeres que pueden quedar embarazadas deben tomarlo a diario.

-Enfermedades de los vasos sanguíneos que abastecen el cerebro, tales como los derrames cerebrales:
Un ataque cerebral es una urgencia médica. Los ataques cerebrales suceden cuando se detiene el flujo sanguíneo al cerebro. En apenas unos minutos, las células cerebrales empiezan a morir. Existen dos tipos de derrames cerebrales. El tipo más común, llamado ataque cerebral isquémico, es causado por un coágulo sanguíneo que bloquea o tapona un vaso sanguíneo en el cerebro. El otro tipo, llamado ataque cerebral hemorrágico, es causado por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia dentro del cerebro. Los `’’mini-derrames cerebrales’’ o ataques isquémicos transitorios, ocurren cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe brevemente.
Los síntomas de un derrame cerebral son:
-       -Entumecimiento o debilidad repentinos en el rostro, brazos o piernas (especialmente de un lado del cuerpo)
-       -Confusión súbita, dificultad para hablar o entender.
-       -Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos.
-       -Dificultad repentina para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación de los movimientos.
-       -Dolor de cabeza súbito y severo sin causa conocida.
Si se tiene alguno de estos síntomas, se debería ir rápidamente a un hospital para empezar un tratamiento. La terapia aguda para el ataque cerebral trata de parar el derrame disolviendo el coágulo o controlando la hemorragia. La rehabilitación posterior al ataque cerebral ayuda a las personas a superar las discapacidades causadas por el derrame. La terapia medicinal con anticoagulantes y antiplaquetarios, es el tratamiento más común para el ataque cerebral.

-Lesiones en la médula espinal y el cerebro:
Los traumatismos en la médula espinal suelen comenzar con un golpe que fractura o disloca las vértebras, que son los discos óseos que forman la columna vertebral. La mayoría de los traumatismos no cortan la médula espinal. Sin embargo, causan lesiones cuando partes de las vértebras se rompen hacia el tejido medular o presionan las partes nerviosas que transmiten las señales. En una lesión completa de la médula espinal, la médula no puede transmitir mensajes por debajo del nivel de la lesión. Como consecuencia, el paciente queda paralizado por debajo del nivel del traumatismo. En un traumatismo incompleto, se conservan ciertos movimientos y sensaciones por debajo de la lesión.
Un traumatismo de médula ósea es una urgencia médica. El tratamiento inmediato puede disminuir los efectos a largo plazo. El tratamiento posterior suele incluir medicinas y rehabilitación.

-Trastornos convulsivos, tales como la epilepsia:
La epilepsia es un trastorno cerebral que hace que las personas tengan convulsiones recurrentes. Las convulsiones ocurren cuando los grupos de células nerviosas (neuronas) del cerebro envían señales erróneas. Las personas pueden tener sensaciones y emociones extrañas o comportarse de una manera rara. Pueden tener espasmos musculares violentos o perder el conocimiento.
La epilepsia tiene muchas causas posibles, que incluyen las enfermedades, lesiones cerebrales y el desarrollo cerebral anormal. A pesar de eso, en muchos casos se desconoce la causa.
Los médicos usan estudios cerebrales y otras pruebas para diagnosticar la epilepsia. Es importante iniciar el tratamiento de inmediato. No existe una cura para la epilepsia, pero en la mayoría de los casos las medicinas pueden controlar las convulsiones. Cuando los medicamentos no funcionan bien, la cirugía o los dispositivos implantados, como los estimuladores vagales, pueden ayudar. Las dietas especiales pueden ayudar a ciertos niños epilépticos.

-Cáncer, tales como los tumores cerebrales:
Un tumor cerebral es un crecimiento de células anormales en el tejido del cerebro. Los tumores pueden ser benignos (sin células de cáncer) o malignos (con células cancerígenas que crecen muy rápido). Algunos son primarios, o sea, que comienzan en el cerebro. Otros son metastásicos, o sea, que comenzaron en alguna otra parte del cuerpo y llegan al cerebro.
Los tumores en el cerebro pueden mostrar varios síntomas. Estos son algunos de los más comunes:
-       Dolores de cabeza, generalmente por la mañana.
-       Náusea y vómitos.
-       Cambios en la capacidad para hablar, escuchar o ver.
-       Problemas de equilibrio o al caminar.
-       Problemas con el pensamiento o la memoria.
-       Debilidad o sentir muchas ganas de dormir.
-       Cambios en el estado de ánimo o conducta.
-        Convulsiones.
Los doctores diagnostican estos tumores por medio de un examen neurológico y otras pruebas como imágenes por resonancia magnética, tomografía computarizada o una biopsia. El tratamiento incluye la espera cautelosa (vigilancia sin administrar ningún tratamiento hasta que los síntomas se presenten o cambien), cirugía, radiación, quimioterapia y terapia dirigida (tratamiento en el que se usan medicamentos u otras sustancias para identificar y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales). La mayoría de las personas, recibe una combinación de estos.

-Infecciones como la meningitis:
La meningitis es la inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal, llamada meninge. Existen varios tipos de meningitis. La más común es la meningitis viral, que se adquiere cuando un virus penetra en el organismo a través de la nariz o la boca y se traslada al cerebro. La meningitis bacteriana es rara, pero puede ser mortal. Suele comenzar con bacterias que causan infecciones parecidas a una gripe. Puede obstruir los vasos sanguíneos en el cerebro y llegar a causar un derrame y lesiones cerebrales. También puede dañar otros órganos. Las infecciones por neumococo y las infecciones meningocócicas pueden causar meningitis bacteriana.
Cualquier persona puede contraer meningitis, pero es más común en las personas cuyos organismos tienen dificultades para combatir las infecciones. La meningitis puede avanzar rápidamente. Debe buscar la atención médica rápidamente si se le presenta:
-       Una fiebre súbita.
-       Un dolor de cabeza fuerte.
-       Una rigidez en el cuello.
El tratamiento anticipado puede ayudarle a prevenir problemas graves, que incluye la muerte. Las vacunas pueden prevenir ciertas infecciones bacterianas que causan la meningitis. Los padres de los adolescentes y estudiantes que viven en viviendas estudiantiles deberán consultar a un médico lo relacionado con las vacunas.